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lunes, 4 de febrero de 2013

Un mecanismo de control: Las fusiones y las absorciones

Cuando una empresa no cuenta con una gestión adecuada se encontrará infravalorada con respecto a las otras empresas de la competencia. Es muy probable que la causa principal de esta infravaloración sea la actuación del equipo directivo. Obviamente, los accionistas deberían cambiar y sustituir al equipo directivo por otro más competente y rentable pero a menudo esta tarea es complicada y no se lleva a cabo. A este tipo de empresas presentan valor oculto ya que su potencial actual difiere con respecto a su verdadero potencial. Por tanto, estas empresas resultarán apetecibles para ser adquiridas ya que la nueva adquisición supondrá la sustitución de los gestores ineficaces por otros eficaces, lo que incrementara el valor de la empresa. Las empresas en esta situación pueden ser adquiridas por un grupo inversor con la única intención de modificar al equipo directivo para aumentar el valor de la empresa y venderla obteniendo beneficios de la inversión.

De esta forma, las fusiones y absorciones se convierten en un mecanismo de mercado muy eficaz para controlar y acabar con las empresas mal gestionadas.  En la mayoría de los casos estas adquisiciones son de tipo hostil debido a que el equipo directivo tiende a negar su responsabilidad en la situación actual de la empresa. 

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